Lo más importante es conocerlos.

Si no los conocemos, no los podemos tener bajo control.

Ser conscientes de en que gastamos, y alinearlo a nuestro propósito, es clave para poder progresar.

Por eso, el primer objetivo es anotarlos.

Tenemos que anotar rigurosamente cada gasto que realizamos. El monto gastado, la fecha, y el concepto. Se puede empezar con papel y lápiz, pero con eso no va a alcanzar.

Entonces, cuando tengamos los gastos de un mes anotados, tenemos que empezar a categorizarlos.

La primera categoría va a ser entre gastos personales y gastos de nuestro emprendimiento. Y dentro de nuestros gastos personales, tenemos que tomar en cuenta los habituales de los no habituales. En un mes podemos detectar todos los gastos habituales, pero para ver aquellos gastos menos frecuentes, vamos a tener que ser más pacientes, porque van a aparecer con el tiempo.

Los gastos personales van a tener categorías cómo:

  • alimentación,
  • hogar,
  • servicios públicos,
  • indumentaria,
  • entretenimiento,

mientras que los gastos del emprendimiento se van a dividir en:

  • gastos de producción,
  • administración,
  • comercialización,
  • financieros,
  • o inversión en desarrollo.

A partir de conocer nuestros gastos personales, vamos a saber cuanto necesitamos para vivir. Ese podemos definirlo cómo nuestro salario emprendedor.

Definir un salario emprendedor nos va a facilitar establecer objetivos.

¿Por qué es importante que establezcamos objetivos?

¿Conocen la tercera ley de parkinson? Dice así:

"El tiempo dedicado a cualquier tema de la agenda es inversamente proporcional a su importancia"

¿Qué significa esto? Qué lo más importante solemos dejarlo para el final. Es muy fácil que nos desconcentremos, y le dediquemos tiempo a actividades no prioritarias. Y lo mismo pasa con los gastos, gastamos en aquello menos importante, invertimos nuestro tiempo en actividades poco productivas.

Por eso, el primer objetivo debe ser establecer objetivos, y controlar a diario que estamos siguiendo los pasos para alcanzar dicho objetivo.

Luego, al tener el objetivo monetario que tenemos que alcanzar por mes, vamos a poder empezar a calcular los costos variables de nuestros productos, o sea, aquellos costos que cambian mientras más unidades vendamos.

Si vendemos blusas, serán los insumos utilizados en la confección, cómo la tela y los avíos, pero también el mismo servicio de confección, corte o terminación, sea realizado por nosotros o por terceros, cómo un taller.

Si vendemos unas tortas, los costos serán de la harina, los huevos, pero también las horas dedicadas a confeccionar la torta.

En Gestión Moda, el cálculo del costo variable se realiza en la sección "Mis Productos"

Y con los costos variables, podemos empezar a simular distintos escenarios de ventas, para saber cuántas unidades tenemos que vender para alcanzar nuestro objetivo.

Cada forma de venta va a acarrear distintos costos, comisiones de venta y cobro, impuestos, descuentos, costos de envíos, etc.

En la sección "Fijación de Precios" dentro de Gestión Moda, podrán acceder a estos cálculos. Podemos crear una cotización para cada producto, y para cada modo de venta. Si realizamos ventas mayoristas, podemos incluir las cantidades de la venta, y a obtenemos lo que se conoce cómo "Margen de Contribución".

El Margen de Contribución representa cuánto ganamos por cada venta generada.

La suma de todos los márgenes de contribución de las ventas de cada mes es lo que nos va a quedar para primero pagar los gastos fijos de nuestro emprendimiento, cómo un alquiler de un showroom, las facturas de luz o teléfono, internet, o el salario de nuestro community manager, y luego para llegar al objetivo de nuestro sueldo emprendedor.

Al principio, toda esta organización va a requerir un esfuerzo de aprendizaje, pero con el tiempo, estas tareas se van a realizar de forma automatizada, y facilitarán increíblemente la posibilidad de progresar en nuestro emprendimiento de forma consciente y organizada.

 

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